ORTO-K Una solución para controlar la miopía
La ortoqueratología o lentillas Orto-k es una técnica optométrica que ayuda a prevenir, ralentizar y controlar el crecimiento de la miopía. El objetivo de Orto-k es generar un moldeo corneal controlado.
Los pacientes se ponen estas lentes al irse a dormir, y al quitárselas por la mañana, se ha generado un cambio en la curvatura corneal, que habrá neutralizado el defecto refractivo del paciente, permitiendo una buena visión durante todo el día.
Es un tratamiento muy eficaz y muy recomendable en niños. Se puede usar a partir de los 5, 6 años de edad. No obstante siempre, hay que realizar un estudio para valorar si es posible adaptar este tipo de lentes.
Hoy en día existen numerosos estudios científicos que corroboran que es uno de los mejores métodos para el control de miopía. Cuanto antes se inicie el uso de este tipo de lentes de orto-k en niños mejor es el pronóstico en el control de la miopía
Es un método seguro, si se aplica todos los protocolos adecuados tanto en la adaptación por un profesional especializado, como en las instrucciones del mantenimiento de estas lentes.
Ventajas que ofrece la Orto-k:
- Niños y jóvenes para el control de miopía
- Miopes que quieran prescindir de llevar gafas o lentillas y tener buena visión durante todo el día
- Mayor campo de visión
- Deportistas
- Es un tratamiento reversible, es decir, simplemente con dejar de usar la lentes, las córnea vuelve a su situación original
- Es la técnica de elección hoy en día, no farmacológica, para realizar control de miopía sobre todo en niños.
- Es una muy buena alternativa a usuarios de lentes de contacto blandas que tienen problemas, ya sea por abuso o relacionadas con el porte diurno
- El porte nocturno de las lentes orto-k es muy cómodo y fácil de acostumbrarse
- Personas que trabajen en ambientes adversos con polvo, humo, productos químicos…
- Ciertas puestos de trabajo especiales como policías, bomberos…
Inconvenientes:
- La reversibilidad del tratamiento es una ventaja, pero a su vez puede ser un inconveniente, dado que si por el motivo que sea deja de usarlas pasará unos cuantos días que no verá bien, hasta lograr el estado original de la córnea.
- La necesidad de tener una estricta higiene y hábitos de sueño. El paciente está obligado a usar las lentes todas las noches para mantener el efecto logrado, lo que conlleva una dedicación diaria a la manipulación y limpieza de las lentes.
- Un coste económico, dado que hay que hacer una reposición de la lente cada año y el uso de productos de mantenimiento.
- Riesgo de sufrir infecciones oculares
- Dependiendo de la graduación a tratar, es posible que en condiciones de baja luz se puedan observar halos alrededor de luces