El aprendizaje está directamente relacionado con la visión, ya que aproximadamente el 80 % de todo lo que un niño aprende le llega por vía visual.
Leer y escribir, tanto en papel como en ordenador, son algunas de las tareas de los niños en los colegios durante todo el día. Esto requiere ser capaz "ver con nitidez", pero además se deben haber desarrollado otra serie de Habilidades Visuales como la visión binocular, capacidad de enfoque, movimientos oculares precisos y buena Percepción visual que son imprescindibles para recibir y comprender de forma rápida y eficaz la información visual.
Por tanto, si hay cualquier interferencia en las habilidades visuales, el niño no puede desarrollar su potencial plenamente, generando un problema de aprendizaje.
Estas habilidades, necesarias para un buen rendimiento académico, se desarrollan en la etapa preescolar y si surgen dificultades en la misma, se pueden reducir o eliminar con la ayuda de la optometría.
Es fundamental realizar un estudio visual optométrico todos los años y un estudio de percepción visual si se detectan problemas escolares.