La contactología es una herramienta optometrica mediante la cual se pueden compensar errores refractivos tales como la miopía, hipermetropía astigmatismo y presbicia. Consiste en la adaptación de lentes de contacto. Es imprescindible un buen estudio individualizado de cada caso para dar la mejor solución a cada paciente.
Las lentes de contacto son un método de corrección de los defectos refractivos como la miopía, hipermetropía, astigmatismo y presbicia.
Existen numerosos materiales y diseños que permiten realizar una correcta adaptación en casi todos los pacientes; con un abanico de posibilidades de reemplazo y uso adaptables a cualquier caso o actividad para la que se quieran utilizar.
Están indicadas como opción de tratamiento en casos de estrabismo, ojo vago (ambliopía), control de la miopía y diferencia de graduación entre ambos ojos (anisometropía) por sus características ópticas y su repercusión en la función visual. Proporcionan diversos beneficios como el aumento del campo (visión perfiférica), reducción del efecto prismático y el cambio de tamaño de la imagen retiniana, siendo lo más parecida a la visión real sin lentes, así como beneficios estéticos y de calidad de vida.
Las lentes de contacto son por tanto una herramienta muy buena para el cuidado de la visión y pueden utilizarse a cualquier edad siempre bajo la supervisión de un profesional especializado, que realice una adaptación personalizada y establezca una serie de revisiones periódicas acorde a cada caso para proteger la salud ocular y visual, siendo por tanto un tratamiento eficaz y seguro para cualquier paciente.
En el caso de los niños se recomiendan mucho dado que es una edad muy activa, de juego y práctica de deporte proporcionándoles seguridad y autoestima.